sábado, 11 de febrero de 2006

El Dios de los Ejércitos

Un comentario del post anterior se preguntaba si la Biblia en Lego no era una blasfemia, en estos días en que tanto se habla del enojo musulmán por las caricaturas de Mahoma. Yo le respondía que me parece que no, porque la Iglesia católica no prohíbe la representación de sus figuras. Pero todos recordamos la polémica en torno a la exposición de obras de León Ferrari.
Hoy La Nación publica esta obra que se expone actualmente en la 25ª Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO), inaugurada el jueves en Madrid. Muestra una imagen de Jesús con un cohete en la mano y rodeado de soldados con uniformes nazis. Está cotizada en 3000 euros y su autor se llama Oscar Seco.

A La Nación le molesta bastante la obra. ¿Generará tanto revuelvo el asunto allá como acá lo de Ferrari?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando realicé la pregunta si la Biblia en Lego podría ser una blasfemia, es porque estaba pensando en el post donde se discute el "purismo lingüístico" con respecto a la traducción del Quijote al "spaninglish".
Personalmente considero que cualquier reinterpretación de idiologías o arte es válida.
Eduardo López Iturbe.

RAEL (Mario De los Santos) dijo...

Cristian: cuando vos decís que lo de Lego (o llegado el caso lo de Ferrari o lo de Madrid) no es blasfemo porque la iglasia católica, a diferencia del islam, aprueba que se represente su elenco de santos y ángeles, estás dejando de lado el Viejo Testamento que rige también para los judíos que, al igual que los seguidores de mahoma, no hacen culto de imágenes por expresa prohibición de su culto (de hecho lo dice la biblia y ese ha sido un tema que ha provocado esciciones e iconoclastas en el seno del catolicismo siglos atrás. Hoy como todo eso se puede vender, parece que ya nadie filosofa en el Vaticano).

No sería hereje para unos, pero sí para otros.

Pero, inclusive la cosa va más allá. Algo no es hereje sólo porque se represente materialmente frente a una prohibición de hacerlo. Porque de otra manera la iglesia argentina y sus grupos de choque no consideraría hereje lo de Ferrari. El problema no es que Ferrari haga un Cristo, el problema (para quienes es un problema) es que lo crucifique en el fuselaje de un caza bombardero.
Esa es la herejía para los católicos más radicales.

En el caso de las caricaturas danesas, no sólo es la representación material lo que molestó, si no ciertas imágenes: en una se ve a mahoma que en lugar de turbante tiene una bomba en la cabeza. La lectura es: islamismo es terrorismo. Es una lectura semejante a decir que los judíos mataron a Jesús.

Yo creo en el derecho de todo artista de expresarse en libertad y aún de blasfemar. Pero hay libertad también de señalar cuando una obra propone valores negativos. Y ahí viene la cuestión de la relatividad de que lo negativo para unos no lo es para otros.

De ahí a quemar embajadas (o destozar museos o dañar obras expuestas) hay un océano. Pero tampoco estaban los 1500 millones de musulmanes pisoteando banderas de Dinamarca.

Y de hecho, toda esa "repercusión" no es posible analizarla si no a la luz del mundo en febrero de 2006. O sea: a la luz de los intereses que ponen las cámaras allí donde está el fuego para justificar que "de estos loquitos mejor defenderse atacando".

Pero tampoco hay que ser ingenuos: en toda esa gente manifestándose frente a las embajadas sospecho algo de "choripanismo peronista" en llenar plazas para manejos de unos pocos.

Acá hay mucho demonio y poco santo. Y mucho demonio vestido de santo. Aunque suene blasfemo.

Anónimo dijo...

El Islam prohíbe la representación de la figura de Mahoma. La razón parece ser el respeto. Mahoma era un hombre analfabeto que recibió el mensaje de Dios y cualquier imagen que se hiciera de él, podría captar al hombre pero de manera incompleta, no hay forma de simbolizar su virtud espiritual. El judaísmo, ateniéndose al segundo mandamiento, prohíbe representar a Dios o buscarle cualquier forma para adorarlo aunque sea simbólicamente. Con respecto al cristianismo, como dice Cristian, no existe prohibición de dibujar o pintar a Jesús o a sus apóstoles, aunque tampoco se hacen figuras del Dios de los cielos. Personalmente, no creo que haya que exigirle al Vaticano consecuencia con el judaísmo porque el catolicismo, podríamos decir, revé la historia de las escrituras a partir de la aparición de Jesús que era un judío no muy ortodoxo según los datos que tiene la iglesia y que se han popularizado.
A mí, como buen occidental, me parece que no tiene nada de malo dibujar al profeta del Islam, pero claro, nuestros pueblos no crecieron 1500 años con la idea contraria. Uno puede exigirle a los poderosos, a los dirigentes que ellos, que no son masa, detengan la pelota y se pongan a pensar si es necesario comenzar a sublevar al pueblo por lo que, para nosotros, es tan poca cosa. Pero esos dirigentes surgen de ese pueblo y fueron expuestos a la misma violencia educativa (que también tenemos por aquí, ojo). No creo que todo se explique por la conveniencia socio económica, aunque está claro que tales intereses tiene incidencia.
La religión puede ser una manera de controlar a los pueblos, de mantenerlos bajo el yugo, pero ¡cuidado! que el hombre más poderoso también vive bajo ese yugo y aunque exprima su poder al máximo, dentro de sí tiene sembrada esa semillita moral de la que no es tan fácil escapar. De hecho, la ética de los librepensadores es tan similar a la moral cristiana que me hace creer que es una hija de ésta disfrazada de “valores universales”.
Dentro de este contexto están las estatuitas de Jesús con las bombas y los nazis alrededor, entre otras obras. Me parece una interpretación artística válida. No estoy de acuerdo en cuanto a homologar a la religión católica con los nazis pero sí que la religión, así como tiene valores positivos, también conduce a la guerra porque es necesariamente sectaria. El judaísmo le niega la razón al Islam y al cristianismo y, necesariamente, éstos se la niegan a aquél y todas las combinaciones posibles. Esta exclusión genera violencia de orgullos rotos y egos que quieren imponerse. Y esta separación, como la que generan las banderas, es inherente a sus existencias. A lo sumo, en un mundo de religiones y naciones, puede aspirarse a la tolerancia, lo cual me parece poca cosa.

Cristian Vázquez dijo...

Sólo algunos detalles:
Eduardo: te había malinterpretado, evidentemente. Mis disculpas.
Rael: Octavio dice varias de las respuestas que yo pensaba decir, con respecto a la relación entre los católicos y el resto de los cristianos y los judíos, las lecturas del Antiguo Testamento, etc. Me queda decir, en favor de los católicos más radicales que presionar para que retiraran la obra de Ferrari -nobleza obliga-, que el argumento de su reclamo era que la exposición tenía lugar en una sala pública. Según ellos, si hubiese sido en un lugar privado, no habrían pataleado.
Octavio: varias veces te escuché decir lo de que la tolerancia te parece poca cosa, y coincido con vos. Pero qué bien nos vendría un poco de esa poca cosa.
La mejor representación del Dios de los cielos es la de los Simpsons, cuando se va caminando con Homero y le dice que le quedan seis meses sobre la Tierra y Homero no se da cuenta.

RAEL (Mario De los Santos) dijo...

no me gustaría que se piense que yo dije que sólo los intereses y no la cultura y las creencias influyeron en las protestas en el mundo musulmán.

yo digo que no es posible analizar eso si no a la luz de los intereses y de cómo está el mundo hoy, pero no digo que sólo eso sea la causa.

en occidente no hay (ni por poca cosa que sea) demasiada tolerancia para una manera de pensar y vivir que resulta "bárbara" cuando hay que ir a sacarles el petróleo. digo: tanta propaganda anti-talibán no se escuchaba antes del derrumbe de las torres neoyorquinas.

de hecho, si se lee bien, cuando hablo de los intereses, hago más incapie en lo que "le muestran a occidente" (la fotito chiquita de una embajada envuelta en llamas o de una mujer en paqustán caminando sobre una bandera danesa y no la foto grande de la cultura y la manera de pensar y de vivir de un pueblo) cuando digo: "que ponen las cámaras allí donde está el fuego para justificar que "de estos loquitos mejor defenderse atacando"."

se habla más del fuego y la ira, que de las profundas razones de la protesta propiamente dicha. que también está convenientemente catalizada por quienes necesitan arengar a su tropa.

la gitación no sólo viene de los ee. uu. europa ve crecer al islamismo en su tierra. y convertida en el "country" del mundo, no confiesa las ganas enormes que tiene de encerrarce en muros altísimos que no dejen entrar a los de afuera salvo que sean de esos que juegan tan lindo al fútbol.

tampoco dije que al vaticano haya que pedirle consecuencia con el judaismo.

y que la muestra de ferrari sea en un lugar público me parece que es, precisamente y por su caracter de "publico", lo que deja por tierra el argumento de censura de quienes pedían su cierre. los cines son lugares privados pero nos dejaron sin ver "la última tentación de cristo" (que en aquella época pude ver en el c. c. rojas, que es público).

coincido con octavio que la tolerancia es poca cosa por cuanto es lo mínimo que se puede pedir. pero hay que ver lo que cuesta lograr sólo eso, no? o como dice cristian: qué bien vendría sólo eso.

esta semana veja tituló en tapa "guerra de civilzações". de uno y otro lado hay mucha ignorancia sobre el otro. y de uno y otro lado hay muchos intereses en que esa ignorancia no se disipe. de uno y otro lado se estimula más la pasión que la razón (y sabiendo muy bien lo que se hace, por muy salidos del pueblo que los dirigentes sean).

umberto eco escribió que "todas las guerras de religión que por siglos ensangrentaron el mundo, surgieron de adhesiones pasionales o contraposiciones simplistas, como nosotro y los otros, buenos y malos, blancos y negros". malvinas, sin ir más lejos: todas las razones de soberanía, de hacer algo para evitar que el proceso se derrumbase o la pesca del krill, no servían tanto como mentar al "principito" para arengar a la gente. hacía falta reducir todo a "argentina vs. inglaterra", "piratas vs. creadores del dulce de leche".

en definitiva, de uno y otro lado la ignoracia paga. porque con ignorancia el odio y el miedo al otro crecen, y eso (como se vio en ee.uu. post 11-s) disciplina a la gente.

y para eso, dos edificios atravesados por aviones o unas caricaturas en jutlandia, lo mismo dan.

Cristian Vázquez dijo...

Si no me equivoco, con la reforma de la Constitución del 94 se eliminó la obligatoriedad absurda de que el presidente de la nación tuviera que ser católico apostólico romano, que además era contradictoria con el asunto de la libertad de cultos que la misma carta magna profesa.
Pero el peso de la Iglesia sigue siendo muy grande, más allá de la mala reputación que ha sabido ganarse desde hace unos cuantos años. Fruto de ese poder es, por ejemplo, que pueden impedir la proyección de una película (¿qué dirán de El Código Da Vinci, cuya versión cinematográfica llegará este año a las salas? ¿Volverá Ratzinger a hacerle publicidad diciendo que no la vean?).
Pero han tenido derrotas, cuando la Justicia obligó retirar la imagen de la virgen María de un edificio público de la ciudad (no recuerdo cuál).
Por eso fue que mencioné lo de que la muestra de Ferrari fue en un lugar público, y que eso hace que el caso fuera "especial", por llamarlo de algún modo.