lunes, 30 de noviembre de 2009

34 libros

Mientras escribo estas líneas se cumple exactamente un año del inicio de mi último viaje a la Argentina. Llegué el primer día de diciembre y retorné a Madrid a mediados de enero. En aquel avión en el que surqué el cielo de acá hacia allá por última vez, comencé a leer Manual de perdedores, de Juan Sasturain. Ese hecho -tal como lo conté en un post de hace medio año- me motivó a contar cuántos libros leo.

En este semestre, fueron 34, tres menos que en el anterior. Sé que esto es una boludez, una estadística sin mucho sentido. Pero a mí me ayuda a sentir que aprovecho el tiempo. Si en estos meses tan raros, en los que me pasaron tantas cosas "fuera de rutina" (por llamarlas de algún modo), mantuve ese nivel, quiere decir que no fueron tan malos...

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Yo, hablando de mi libro y mirando a la cámara

Hace mucho (más de un año) fui convocado por el sitio Conocer al Autor, para grabar un video de promoción de mi libro Támesis y Otros Cuentos. Esta web se presenta como "el YouTube de los escritores", y permite a los que han escrito alguna cosa que puedan hablar de sí mismos, y supuestamente, de ese modo, ayudarse.

Supuestamente se puede publicar el video en -por ejemplo- blogs, pero traté de ponerlo aquí y no se ve. Así que dejo el enlace para que vayan a verlo (dura un minuto) a la página. La foto que acompaña este post -qué caripela- es la que aparece en mi "ficha" de autor. Encontré el video ahora, de casualidad, cuando googleé mi nombre por algún motivo que no recuerdo y di con esa foto que al principio no supe reconocer.

Para ir a la página, En Conocer al Autor se pueden encontrar, por supuesto, autores mucho más interesantes. Lo digo para quienes quieran darse una vuelta por allí.

sábado, 14 de noviembre de 2009

La única verdad es la Realidad

Hace unos días publiqué en el blog la entrevista que le realicé al narrador argentino Patricio Pron, que iba a aparecer en el finalmente inédito número 21 de la Revista Teína. Ahora haré lo mismo con las tres reseñas de novelas que estaban listas para ver la luz allí. Comienzo con la de Realidad, de Sergio Bizzio.

Estamos en el aire

Un comando terrorista toma un canal de TV de Buenos Aires, dentro del cual se desarrolla una nueva edición de Gran Hermano. A partir de allí, ficción y realidad se mezclan en las pantallas y en las vidas de los millones que siguen el programa. Una novela sobre la manipulación que combina la tragedia y el humor a lo largo de una noche de confesionarios, disparos y reality show.

Por Cristian Vazquez

La única verdad es la realidad. Parece que quien lo dijo antes fue Aristóteles, aunque no haya argentino a quien la frase no le recuerde a Juan Domingo Perón. Y parece que quien primero invirtió los términos fue Hegel, aunque a muchos recuerde a Andrés Rivera en La revolución es un sueño eterno: la única realidad es la verdad. Y entonces nos quedamos preguntándonos: ¿cuál es la verdad? ¿Hay una sola verdad? ¿Quién la tiene?

Sergio Bizzio juega con el concepto en su última novela: Realidad. Publicada el año pasado en la Argentina y ahora en España, cuenta la historia que se dispara a partir del asalto y toma de rehenes por parte de un grupo de terroristas islámicos a un canal de televisión de Buenos Aires. Con una particularidad: dentro del edificio del canal tiene lugar la casa de Gran Hermano, donde se está desarrollando una nueva edición del programa que se anuncia como «la vida real en directo».

Sergio Bizzio

VERÁS QUE TODO ES MENTIRA. Como en casi toda su obra, Bizzio construye desde esa situación una historia que mezcla la tragedia con el humor delirante. En la novela hay disparos y muertos, jóvenes que mantienen las conversaciones más intrascendentes del mundo con veintitantos puntos de rating, historias familiares de clase media, confesiones indecorosas y sujetos con nombres árabes que, tras animarse a copar un edificio a sangre y fuego (el lugar común que abre la novela presentándose como lugar común), sienten una mayor adrenalina al darse cuenta de que tienen en sus manos el control de la atención de millones de personas hipnotizadas por las pantallas de sus televisores. Ser es ser percibido por TV.

Al igual que en The Truman Show, una circunstancia extraña irrumpe en la distracción que embelesa a la audiencia sin que ésta lo note. Y si no lo nota, no es porque el artificio se parezca mucho a la vida real, sino al revés. Todo lo que se ve en un reality show (literalmente, «muestra de la realidad») es falso: los decorados, las peripecias, las personas (literalmente, máscaras). Nada existe de verdad, salvo —quizás— el reclamo de los terroristas, que se juegan el pellejo en su acción. Quizá por eso la sobrecubierta de la edición española sea la pintura (en estilo aerosol-stencil) de un hombre apuntando con una pistola, en vez de la policroma señal de ajuste de la TV que llevaba la edición argentina. Sin embargo, esta última parece más apropiada. Bizzio declaró que Realidad es «una novela sobre la manipulación», pero no de la que se puede ejercer por la fuerza de las armas de fuego, sino con esas otras armas mucho más sutiles y eficaces llamadas medios masivos de comunicación.

Entonces, ¿dónde está la verdad? ¿En las vacuidades que los chicos y las chicas finalistas del programa dicen en el confesionario? Sus familiares, reunidos en un bar cercano al canal, saben que no, y se preguntan dónde está, mientras miran a sus hijos en los televisores que brillan en las alturas. ¿Dónde está?

Ejemplar de Realidad que tuve oportunidad de leer,
dedicado por el autor para Constantino Bértolo,
su editor español [click en la imagen para agrandar].

ESCONDERSE PARA NO VER. Realidad es una novela ágil, que se lee muy rápido, y la disfruta mucho más quien haya visto Gran Hermano al menos algunas veces (las suficientes para conocer sus mecanismos de participación y eliminación). ¿Habrá alguien que no lo haya visto nunca? El mundo en que vivimos se opone al de Orwell que origina el programa: si en 1984 los personajes deben ocultarse minuciosamente para no ser vistos, nosotros casi que debemos escondernos para no ver, o al menos para no enterarnos de lo que otros ven. Somos todo ojos, valga la sinécdoque.

Groucho Marx dijo alguna vez que la televisión le parecía muy educativa, porque cada vez que alguien la encendía él se iba a leer. Cuando los lectores de esta novela hagan el proceso inverso —dejar de leer para volver a la televisión: fatalmente todos terminamos haciéndolo— quizá miren la caja boba con otros ojos, y se pregunten por la realidad de los realities, por la realidad de las noticias, por la realidad de lo que nos presentan como verdad (o viceversa). Aunque, por cierto, es probable que ya se lo hayan preguntado muchas veces.

lunes, 2 de noviembre de 2009

República independiente

Hace tiempo, Ikea sacó en España una campaña publicitaria cuyo eslogan hablaba de "la república independiente de tu casa". Se refiere, por supuesto, a que cada uno es libre de decorar y organizar su casa como más le gusta, y que tiene derecho a no admitir injerencias externas. Uno de los avisos de la tele era este:



Hace unos días vi, en la puerta de una casa, un felpudo igual al del anuncio. Le saqué las fotos que acompañan este post, y le hice a la persona con la que iba un comentario risueño, incluso burlón. Entonces ella me contó una historia.

Resulta que quien vive en la casa en cuya entrada está ese felpudo es una mujer de unos ochenta y tantos años, militante republicana de toda la vida, cuyo esposo combatió en la Guerra Civil como piloto de aviones para el bando republicano y estuvo preso luego durante el franquismo. Es claro que la palabra república tiene connotaciones muy fuertes aquí en España, y que la jugada de Ikea fue, al menos arriesgada. "La señora que vive acá", me dijo la persona que me contó la historia, "no debe tener idea de lo que es Ikea".

No sé si la señora sabrá o no lo que es Ikea. Pero seguro que sabe muy bien qué es una república independiente.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Lo que pagan algunos españoles para visitar la Argentina


Visto en una agencia de viajes de Valladolid, en septiembre pasado.
Click en la imagen para agrandar.