domingo, 11 de diciembre de 2005

Joaquín pidió disculpas en verso

Hace algunos días, J. Sabina debió suspender un recital luego de iniciado, por el mal estado de sus cuerdas vocales. Les pidió disculpas a sus seguidores con este poema, que publicó el diario regional El Siglo de Torreón:

Ya comprende un servidor
que el gatillazo de ayer
no encoña al mejor postor.
Sin edad de merecer
puedo seguir siendo yo
cuando me da por crecer.

¿Por qué en Gijón, madre mía,
donde yo menos quería
pasó lo que me pasó?
Mi garganta pajillera
con costo en la faltriquera
dijo que sí, pero no.

Lo malo es que el Jovellanos
se me escapó de las manos
por do más pecado había.
A mi Nano, en Nueva York
se le atravesó el terrat
y Manhattan lo adoptó
y a Pablo, cuerpo presente
cuando fue a Chile, a pisar
nuestras calles nuevamente
las pisó, claro que sí
cayendo chuzos de punta
pero estuvimos allí.

Las zidanes cejijuntas
los talibanes cubanos.
Y, sin embargo, esa voz
enmudeció de repente
para darnos otra coz.
Cambiarle la jeta a Acebes
es lo mejor de la noche
de este concierto tan breve.
Mañana será otro día
volveré a ser el fantoche
de Calle Melancolía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aguante, Joaquín. Amor imposible, genio indiscutido, poeta perfecto. Sí, lo admito: admiro a ese hombre. Y contra eso no hay error que cometa que valga. Estás perdonado de por vida, gallego (y desde el beso en la calle Florida, más).