"Hemos logrado un acuerdo donde el Perú sale ganando", dijo ayer Alejandro Toledo, presidente peruano, luego de la rúbrica definitiva del tratado de libre comercio entre ese país y Estados Unidos. "Ahora tenemos mercado y lo que debemos hacer es aumentar nuestra oferta exportable y ser competitivos", agregó el mandatario.
Lo cierto es que lo de libre comercio, obviamente, es una farsa. Es "libre" para Estados Unidos, que podrá introducir su mercadería a mansalva en el país sudamericano. Pero las barreras y los subsidios norteamericanos hacia productos producidos por Perú no se desaparecerán. De hecho, Perú es el primer exportador mundial de espárragos y también produce azúcar, y esos dos productos no ingresarán libremente a Yanquilandia. Por su parte, Estados Unidos está tratando de lograr negociar con Perú la exportación -y no es un chiste- de ropa usada...
Si en algún momento se pensó en un "acuerdo andino" entre Perú, Ecuador y Colombia que (en bloque) negociara acuerdos de libre comercio con EE.UU., hoy podemos ver cómo todo eso está desdibujado hasta lo grotesco. El Plan Colombia y la dolarización en Ecuador ya habían hecho lo suyo: faltaba la tercera pata de la mesa, que ha llegado ayer.
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