miércoles, 23 de noviembre de 2005

¡Por favor, plágienme!


Ése es el título de un libro del genial Alberto Laiseca; aquí lo tomo prestado para hablar del caso de hace diez días, cuando Perfil publicó una nota copiada de Clarín de hace unos cuantos meses. De esto da cuenta Diario sobre Diarios.

Entre los alumnos de la Facultad de Periodismo de la UNLP, donde doy clases, la tentación del plagio es cada vez más fuerte. Mucho peor: los alumnos -que cada vez ingresan peor formados- tienen serias dificultades en darse cuenta de qué es un plagio. Copiar y pegar parece la solución a todos los problemas.
"Y, si perfil lo hace...", podrá decir alguno. Pero, muchachos: está mal.

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