miércoles, 16 de noviembre de 2005

La pasión y el olvido, en una noche platense

I
El cine San Martín, de La Plata, está dando -desde el jueves pasado- la película Trelew, que se había ido del cartel porteño desde hace unos cuantos meses. Anoche fui a verla.
Antes de comenzar la proyección, apareció un muchacho de unos 30 años, quien se dirigió a las ¿30, 40? personas que conformábamos el auditorio. No dijo su nombre: se presentó sólo como "un miembro de la producción de esta película". La elogió como si hablara de una hija y luego explicó que tiene una semana más de cartel asegurado, pero que luego, salvo que tuviera mucho éxito, la sacarían. "Llega Harry Potter, a la que le dan cuatro salas", explicó. Las cuatro salas están una en cada uno de los cines de la ciudad.
La película es muy buena. Reconstruye, a través de multiplicidad de relatos, los hechos de agosto de 1972: la fuga del penal de Rawson, la detención de los que no pudieron irse, el fusilamiento. Hay testimonios de Eduardo Luis Duhalde, Hipólito Solari Yrigoyen, Enrique Gorriarán Merlo, Fernando Vaca Narvaja, otros ex detenidos, guardiacárceles, etc. Además hay mucho material de archivo, de los noticieros de la época y las imágenes de la terrible irrupción de las fuerzas armadas en el velatorio de los asesinados.

II
Salí del cine y caminé una cuadra, y atronó un grito eufórico. Media ciudad estallaba con el gol de Lucas Lobos, el gol que le daba el triunfo a Gimnasia contra Quilmes. Los taxis y otros autos empezaron a tocar bocina incansablemente. Se escuchaban los gritos de alegría desde el interior de las casas.
Cuando llegaba a La Plata, unas cuantas horas antes, me había cruzado con grupos de hinchas que iban a Quilmes. En tren, en auto, en micros. La ciudad vibra con el Lobo. Octavo triunfo consecutivo, la punta en soledad al menos por ahora, el sueño del campeonato.
-Gimnasia sale campeón -le había dicho un rato antes a un hincha del Lobo de unos 50 años.
-¿Sí?
-Sí... bueno, va a estar entre Gimnasia y River.
Se rió y pensó que le hablaba en chiste, pero no le hablaba en chiste. Entre ellos dos (o quizás Independiente) estará el campeón.

III
Si fuera hincha de Gimnasia, aquella derrota contra Independiente en la última fecha del torneo Clausura '95 (0-1, recordadísimo gol de Mazzoni) me seguiría doliendo como si hubiera sido ayer. Jugaba de local, y con empatar era campeón. Por primera vez en su historia. Y perdió.
Pasaron 10 años de aquello y ahora parece estar la revancha al alcance de las manos. Los hinchas del Lobo tienen memoria, y tienen una ansiedad contenida desde aquella vez.
Qué bueno sería si todos tuviéramos esa capacidad de la memoria.
Todo esto coincidió con que ayer me regalaron el disco nuevo de Calamaro, El regreso. Y en una de las fotos del librito, Andrés aparece en el recital tocando el teclado con la mano derecha, y tiene la izquierda levantada, haciendo cuernitos, y se ve que tiene tatuado en el antebrazo "22 de agosto". Es su fecha de cumpleaños, y coincide con la fecha de la masacre de Trelew.
El disco está basado en los tres recitales que Calamaro dio en el Luna Park en abril de este año. El día del primer concierto, por la mañana, el cantante fue absuelto en una absurda causa de 11 años de antigüedad por haber dicho en un recital (en La Plata, oh casualidades) "qué linda noche para fumarse un porrito". La denuncia la habían hecho una de esas no menos absurdas Asociaciones por la Decencia, conformadas por los mismos que en los '70 pedían que mataran a todos los subversivos.

IV
Ojalá tuviéramos memoria.
Ojalá Trelew pueda seguir en cartel a pesar de Harry Potter.
Y ojalá que, si River no puede, Gimnasia salga campeón.

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