El manuscrito reapareció el año pasado, cuando la casa Sotheby's lo subastó en Nueva York junto a otros papeles del escritor. Se lo había creído perdido durante décadas, pero alguien había conseguido salvarlos después de que Capote abandonó su apartamento neoyorquino, a mediados de los 60, y tiró todos sus papeles a la basura. El material reapareció muchos años después en un baúl.Por eso, amigo escritor, el consejo es el siguiente: si quieres que realmente nadie lea lo que consideres indigno de vos, rocialo con kerosén, quemalo y luego tirás las cenizas por el inodoro. Y tirá la cadena.
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