viernes, 22 de mayo de 2009

Perturbaciones

Anoche estuve en la presentación del libro Perturbaciones, una antología de cuentos fantásticos españoles (más o menos) contemporáneos. Los presentadores -el editor, el antólogo y tres de los cuentistas seleccionados- nombraron mucho a Borges, Cortázar y Bioy Casares, lo cual representa una idea clara de la importancia de la literatura argentina en el ámbito. También me llamó la atención la insistencia (lo dijeron por lo menos cuatro o cinco veces) en diferenciar el fantástico literario tradicional, como los de las obras de esos autores argentinos, de lo que hoy puede encontrarse en los anaqueles de las librerías bajo el rótulo de fantástico: las obras de Tolkien y sus cientos, miles de seguidores.

Después fui con dos amigos -español él, uruguaya ella- a tomar algo por ahí. Ella, además de ser uruguaya, vive en Bilbao, por lo cual aproveché para preguntarle cómo (se) vivió en el lugar la final de la Copa del Rey la semana pasada entre el Athletic y el Barsa. Me contó que la ciudad también sufrió perturbaciones. Fue casi un día feriado; toda Bilbao se paralizó, hubo actividades en las calles, el metro -que habitualmente termina sus servicios a las 23- anduvo casi toda la noche, etc.

Esa noche ella estaba en casa de amigos, y allí vio el primer tiempo del partido. Quiso aprovechar el entretiempo para ir a su casa (en Barakaldo, un pueblo que queda al lado de Bilbao y al que se accede por medio de una de las dos redes de metro); cuando bajó al andén lo encontró lleno, llenísimo, y no pudo viajar en el primer tren que llegó, por lo cual decidió esperar el siguiente. Pero no hubo siguiente. Una persona de seguridad le dijo que el siguiente llegaría 50 minutos después, cuando terminara el partido, y que no podía quedarse dentro de la estación esperándolo, porque la estación se cerraba. TODOS se iban a mirar el segundo tiempo. Como se quedó sin metro, ella se volvió a la plaza a mirarlo, también, en pantalla gigante; lo malo fue que en lo que tardó en hacer el trayecto el Barsa metió los tres goles que sellaron el 4-1...

Como todo tiene que ver con todo, volví a casa y prendí la tele y allí estaba Andreu Buenafuente haciendo un viaje en avión Barcelona-Barcelona, como la Copa y la Liga y ojalá la Champions. Y después de que una uruguaya me hubiera hablado de fútbol, me fui a dormir con un 1-0 parcial de Defensor Sporting en Buenos Aires. Esta mañana comprobé lo agradable de la sensación de que lo que empieza bien, termine bien.

[ PD: El blog está muy futbolero últimamente, lo reconozco. Pero bueno, es lo que hay. Y se viene un post sobre los jugadores que creo que tienen que irse de River cuanto antes. Es una especie de catarsis, je. ]

2 comentarios:

Lau dijo...

No sé dónde tengo el cable para conectar el móvil al ordenador, pero te prometo que, en cuanto lo encuentre, te paso los videos que grabé en el metro esa noche.
Un abrazo!

Cristian Vázquez dijo...

¡Espero esos videos entonces! ¡Material único!