martes, 12 de mayo de 2009

Me siento un poco viejo

Muchos argentinos de mi generación fuimos marcados a fuego por un evento deportivo: el mundial de fútbol de Italia en 1990. No sé específicamente por qué, aunque creo que fue una suma de motivos: que estábamos en una edad en la que empiezan a descubrirse muchas cosas nuevas (yo tenía 12 años), que aquel equipo fue histórico por las hazañas que logró (triunfo contra Brasil, victoria por penales ante Italia), con muchos lesionados, los penales de Goycochea, la injusticia del penal en la final, las lágrimas de Diego, la canción...

Precisamente, hace unos días un amigo ponía en Facebook el video de la canción del mundial, esa que sin ser una gran canción ni sepamos lo que dice ni nunca nos hayamos interesado por quienes la cantaban ni nada de nada, nos seguirá poniendo la piel de gallina por los siglos de los siglos.

Y pasa que los años pasan, y es un poco fuerte comprobar que el próximo se cumplirán 20, dos décadas, desde aquel mundial. Que ya hay toda una generación entera de jóvenes que -cuando en mi casa veíamos aquel mundial, todavía en un pequeño televisor blanco y negro de 14 pulgadas al que había que girarle la ruedita para ajustarle la sintonía fina y que se viera mejor- en aquel momento no había nacido.

¿Por qué lo recuerdo precisamente hoy? Porque leo en Olé una entrevista al mediocampista de Racing Franco Zuculini, recientemente convocado a la selección, que se titula con una frase suya: "No sé ni cómo saludar a Maradona", y en la bajada agrega "tengo muchos videos suyos"... Y me meto a averiguar y me entero de que Zuculini nació el 5 de septiembre de 1990. ¡Dos meses después de la final, del penal inventado por Codesal, del desprecio de Diego a Havelange! ¡Exactamente tres años antes del 0-5 contra Colombia! Es decir, para este pibe las eliminatorias del mundial 94, la citación del Diego, los partidos contra Australia, MacAllister en bolas en el vestuario, todo eso es tan remoto para él como lo es para mí el título de Maradona en Boca en el 81 o el pase del Matador Kempes a River...

Ya me había pasado hace un par de semanas, cuando los diarios me recordaban que el primer gol de Gallardo a Boca fue en el 94, hace 15 años. ¡15 años! ¿Cómo no sentirse un poco viejo cuando pasan estas cosas?

3 comentarios:

Octavio Echevarría dijo...

Los mundiales de fútbol son un agujero negro por el que nos bebemos 4 años de un sorbo, casi sin degustarlos.
Creamé que recuerdo con mayor detalle mis acciones previas a la victoria argentina sobre Bulgaria en México 86 (acciones inconfesables, por cierto), que mis conversaciones maritales de ayer por la tarde. ¿Cómo explicarlo si no es por un agujero de tiempo o una abducción extraterrestre?

Francisco Martínez dijo...

Uno no deja de asociar los mundiales a determinados momentos de la vida. Cristian sabe que no me interesa mucho el fútbol, pero los mundiales son otra cosa. Creo que recuerdo -no los resultados-, pero por lo menos qué hacía cuando se produjo cada final. En el '86 mi barrio empezó a estallar después de Inglaterra. En el '90 recuerdo que nadie iba a las clases en el Conservatorio de Música. 1994, puf la adolescencia... el '98, meta estudiar la facultad, '02, qué frío hacía esa noche, a las 5 AM, cuándo nos eliminaron... Mejor pensar lo siguiente: los jugadores de fútbol son unos pendejos imberbes e insolentes, empezando por Messi. Jo!.

Lucila Lastero dijo...

Uy si sabremos de sentirnos viejos los que en el 90 teníamos 12 años.. Qué tiempos aquellos!Y qué Mundial!
Muy bueno el blog.