lunes, 27 de marzo de 2006

¿Me decís la hora?

En los últimos días me he lanzado a cumplir una de mis deudas literarias: terminar la Divina Comedia. Había leído como cinco veces el Infierno, pero nunca podía pasar de allí. Ahora estoy promediando el Purgatorio. La edición que leo tiene muchas notas, y al comienzo de cada canto una reseña de su contenido.

Me llamó mucho la atención el comienzo del canto XV:

Cuanto hay entre el primer claror del día
y el fin de la hora tercia en esa esfera
que, como un niño juguetón, porfía
en moverse, otro tanto, en su carrera,
faltaba a nuestro sol hasta su ocaso:
tarde allí y medianoche aquí, pues, era.
El sol nos daba en la nariz de raso,
pues, dando vuelta al monte hacia poniente
marcábamos derecho nuestro paso...

Ante semejante introducción, el anotador se ve en la necesidad de aclarar:

"Como hay tres horas desde el principio del día hasta el fin de la hora tercia, quiere decir que faltan otras tres para el crepúsculo vespertino. Ahora bien, si en el Purgatorio faltaban tres horas para la puesta de sol, en Jerusalén, antípoda del Purgatorio según Dante, faltaba otro tanto para el amanecer, y en Italia, que se halla a 45° grados de latitud occidental de Jerusalén con una diferencia de tres horas según él mismo, era la medianoche. Esto explica el verso 6, donde 'aquí' es el Purgatorio y 'allí' es Italia".

Si en algún momento de la lectura de tal párrafo se te cruzó por la cabeza, amigo lector, la frase "no aclares que oscurece", será que en algo te parecés a mí.

Pero lo mejor de todo es como reseña al comienzo esos primeros nueve versos del canto:

"Abstrusidad astronómica para señalar la hora".

Este anotador me encanta.

4 comentarios:

Gaby dijo...

Si te sirve de consuelo, estudiando letras, creo que casi nadie la ha terminado de leer...yo creo que de "Divina"esa comedia mucho no tiene, pero es sólo una cuestión de gustos. En fin, que la disfrute y después, le acepto que me cuente el final, je.
Abrazo

RAEL (Mario De los Santos) dijo...

vos porque no leiste "la isla del día de antes" de umberto eco, que como verás ya en el título te deja sin saber a qué hora poner el despertador. se lo recomiendo.

ah: y si ve por ahí a su amigo mario poe, o a saúl el de la calle leija (está asfaltada esa calle?), cuénteles que puse algo relacionado a la puesía en el boliche

Francisco Martínez dijo...

Te envidio. Yo creo que llegué una vez al purgatorio y ahi morí, con perdón de la expresión

Francisco Martínez dijo...

Te envidio. Yo creo que llegué una vez al purgatorio y ahi morí, con perdón de la expresión