viernes, 28 de octubre de 2005

El cumpleaños del teléfono celular


Piensa en esto: cuando te regalan un teléfono celular te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de mensajes, un calabozo de letras. No te dan solamente el celular, que los cumplas muy felices y esperamos que lo aproveches porque tenés 50 pesos de crédito para llamadas y 1.700 mensajes de texto; no te regalan solamente esa menuda linternita que te colgarás del costado y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un riñoncito desesperado colgándose de tu cintura. Te regalan la necesidad de cargarle la batería cada cuatro días, la necesidad de no olvidártelo para que sea tu celular; te regalan la vergüenza de que te suene en lugares prohibidos, la obligación de apagarlo al ir al cine, de prenderlo al salir. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu teléfono con los demás teléfonos. No te regalan un celular, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del teléfono celular.

2 comentarios:

Cristian Vázquez dijo...

Digo una obviedad, pero por las dudas: está basado en el "Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj", de Julio Cortázar (Historias de Cronopios y de Famas).

Anita dijo...

Yo creo firmemente que los pulgares humanos van a mutar en próximas generaciones para adecuarse a los botones de los teléfonos celulares y asi mandar mensajes de texto con mayor eficacia....