Carteles

Ayer, después de varios días, me crucé con mi amigo Saúl Sabatini, el Poeta de la Calle Lieja. Me contó que fue a ver a Les Luthiers, que le pareció un espectáculo fabuloso. Pero parecía más azorado por otro tipo de espectáculos...
-¿Vio esos carteles de publicidad electoral que dicen "Kristina"? -me dijo-. Cómo no pensar en Katrina, digamé, que esta mujer va a venir y arrasar con todo...
-Parece que ni siquiera vota acá -dije yo.
-Ah, y ahí están los otros carteles: "Chiche es de aquí". ¿De aquí, dónde? ¿Por qué "aquí", si nosotros no decimos "aquí"? ¿"Chiche es de acá" sonaba muy mal?

-Vi que alguien me trató un poco mal en su blog -me dijo al rato.
-¿Vio?
Saúl no se lleva bien con la tecnología, y yo pensaba que nunca iba a leer este blog. Pero sí, lo había visitado. Le pregunté qué le pareció.
-No está mal... ¿pero por qué no saca todas esas mierdas que tiene ahí en el costado?
Se refería a la encuesta y al cuadrito para comentarios. Tiene razón. A nadie le importa opinar. Quedará como la última encuesta aquella en la que la opción "no deseo votar en esta encuesta" le ganó a la de "sí, deseo votar en esta encuesta" por 6 a 1.

Y después me pasó estas líneas:

esa ingenuidad tan tuya
tan barrio de belgrano
con quintos pisos y sin caserones de tejas
esos resabios del olvido
esas ganas de buenos aires

los puntos de fuga
brillan en lo alto detrás de las estrellas
y los semáforos te guiñan el ojo izquierdo
y la línea del subte c altera su recorrido solamente por vos

entonces es esa sensación
de que la soledad a veces es ajena
que es múltiple y se desdobla
y extiende sus brazos por debajo del mundo
como un cable de cobre
que se entromete en todas las casas pero une
solamente unas pocas
a voluntad

(6 de agosto de 05)