jueves, 24 de agosto de 2006

Sobre la piratería

¿La piratería es un fenómeno a combatir? ¿O es un síntoma de los tiempos y lo que hay que hacer es tratar de entender el mundo nuevo que se nos presenta?

León Gieco dio hace unos días una charla a unos chicos del colegio secundario. Expresó que cree que en el futuro existirá "algún sistema que no permita bajar música de internet sin pagar o que no se pueda comprar un disco sin que parte del dinero de venta vaya a los autores", propietarios intelectuales de las creaciones artísticas. Y agregó: "Los que estamos en este tema sabemos que la piratería de los discos, especialmente en Latinoamérica, está cada vez más relacionada con la gente que está en el mundo del narcotráfico", dijo Gieco ante un grupo de estudiantes secundarios de Buenos Aires. Según él, los narcotraficantes se han metido en este negocio "porque se han dado cuenta que es una cosa que no es demasiado perseguida".

Por otra parte, Gustavo Santaolalla, en el mismo acto, exhortó a los jóvenes estudiantes a "tomar conciencia que en el momento que se está bajando una canción de internet, se está jodiendo al artista que puso mucho de su vida para llegar a tener la oportunidad de grabar esa canción".

Hasta ahí, los datos, según los cuales la piratería es el demonio (¿incluimos a los tipos que se ganan la vida vendiendo discos en el tren y en el bondi?) y las discográficas, el paraíso.

De este otro lado, la realidad. Y yo me hago algunas preguntas.


¿Tenemos que dejar de bajar música de la web?

¿El dinero es realmente para los artistas, o es para las discográficas?

¿Es justo que un tipo que tuvo éxito con una canción viva toda su vida sin trabajar más y a expensas de los derechos de esa canción?

¿Las nuevas tecnologías no deberían ser vistas como un modo de llegar a grabar discos más fácilmente, y no como algo que atenta a grabar discos nuevos?


Quizás los replanteos que haya que hacerse tengan que ver con entender el mundo planteado por las nuevas tecnologías, y no cerrarse tratando de mantener las cosas como "siempre fueron" y como las dicta el "deber ser". Porque hay conservadurismos que ya sabemos todos a quiénes benefician.

4 comentarios:

Octavio Echevarría dijo...

Es interesante la polémica. Recuerdo que en un chat alguien le dijo a Sabina que tenía todo sus discos pirateados y él respondió:
- ¡Viva la piratería coja!
Más allá de esta bravuconada, se me ocurre que la piratería es tolerable para el artista sólo si éste conserva un espíritu amateur (y no digo que deba conservarlo), así como uno quiere que la gente lea lo que escribe aunque no reciba un mango (y sí, si me lo piden, les regalo mi libro sin ningún problema). Lógico es que el artista se ha profesionalizado y no responde sólo por él sino por sus músicos y también por el tipo que dispone los medios técnicos para que grabe.
Las nuevas tecnologías son un condimento, acaso importante, en esta discusión; pero me gustaría pensar este latrocinio de ideas en un aspecto más absoluto. Yo, desde mi amateurismo, y muy irresponsablemente, opino que conservando la propiedad intelectual del autor (no los derechos económicos de dicha propiedad), se cumple el requisito de dar al César lo que es del César. Alguno podría ir más lejos y decir que el arte, liberado de su creador, ya no le pertenece, y esta postura ya no me gusta porque me niego a perder el crédito de mis creaciones, aunque merecieran menos aún que mi flaco salario.
El límite puede correrse desde el extremo conservadurismo que demoniza al polo opuesto, como en caso de las declaraciones de Gieco hasta el comunismo intelectual en que una creación no puede separarse de la sociedad que se constituye en co-creadora (y ojo que no es tan disparatado).

Las ideas antes expuestas pertenecen en su totalidad al autor que firma no pudiéndoselas fotocopiar, grabar, reproducir, imitar por ningún medio gráfico, audiovisual o telepático, conocido, por conocer e, incluso, incognosible. Cpoyright 2006.

Francisco Martínez dijo...

Me parce lamentable lo de Leon Gieco, sumándose al discurso de un productor marketinero e interesado sólo en los $$$ como Santaolalla. Los tiempos nos cambian a todos, evidentemente, incluyendo a León. Qué triste

Anónimo dijo...

Qué mal que está el mundo! Lo único que falta es que ahora se descubra que la marihuana que León Gieco quiere que se legalice la venden PIRATAS DE MÚSICA!
Dios nos guarde de tal horror. Menos mal que a la marihuana la vende gente piola y copada y no esos peligrosísimos muchachos que bajan música del eMule.

GastroBoy dijo...

Mr. Sony-BMG y sus amigos editores de discos, no necesitan que los defiendan "abnegadamente" Leoncito y Gustavito.

Hace mucho que se dieron cuenta de que "el modelo" cambió y no se puede volver atrás.
Cuando las copias eran en cassette, nadie se quejaba porque se escuchaban bastante peor que el original, y ni hablar de copias de copias ... un monumento al soplido.

Pero hoy una grabadora de CD para tu computadora, cuesta lo mismo que dos ó tres discos originales ($80.-) y produce clones idénticos al original. Incluso las copias de copias de copias de ... siguen siendo idénticas.
Cómo resolvió este dilema (meramente comercial, ya que de ético el planteo no tiene nada) el Sr. Sony:
Muy fácil, amigos. Fabrica y vende:
1.- Copiadoras de CD
2.- CD vírgenes
3.- Software para copiar -entre otros- los discos de música que él mismo edita (soft que, irónicamente, también es pirateado, en un alarde de recursividad bucanera)
Y por si esto fuera poco,
4.- Reproductores de MP3
5.- Pen drives
6.- Equipos de música (minicomponentes) que permiten enchufar un pen drive para reproducir directamente los archivos mp3 que contienen.

Pregúntenle a un pibe de 15 años que escuche rock clásico, a ver si sabe en qué disco de Zeppelin está "Escalera al Cielo". No tiene la más pálida idea, pero el tema lo tiene en el mp3 desde que dejó el chupete y es capaz de tararear el solo de memoria.

Muchachos, el futuro llegó ... hace rato!!! No nos peleemos más.