jueves, 18 de junio de 2009

Manías

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Estimo que todos tenemos manías. Más pequeñas o más grandes, pero todos coincidimos en poseer al menos algunas supersticiosas convicciones acerca de que si dejamos de hacer o de llevar con nosotros tal o cual cosa de tal o cual determinado modo, algo terrible podría ocurrir. Algo así como si el destino del universo dependiera de que no pisemos los bordes de las baldosas en las veredas, de si dejamos todas las puertas bien cerradas o bien abiertas pero no entornadas, o de si el número de personas que nos cruzamos en el trayecto del trabajo a casa es par o impar. En este post confesaré una de las mías.

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Cuando estoy en mi barrio de Florencio Varela, para llegar a mi casa, las últimas cinco cuadras las hago caminando por la calle, ya que las veredas son muy desparejas y defectuosas. El asfalto de esa calle tiene rayas de brea, cuyo sentido no me queda del todo claro, aunque supongo que tendrán que ver con la posibilidad de que el concreto tenga espacio para expandirse sin quebrarse a causa del calor del verano. La cuestión es que esas rayas de brea trazan una línea longitudinal, que parece servir de guía para los autos y de división de ambas manos de la calle, y muchas líneas transversales, a una distancia regular unas de otras.

Precisamente, al avanzar uno va cruzando esas líneas transversales, y aquí es donde mi aparece mi manía, que no consiste en evitar pisar esas líneas (algo que podría ser una manía bastante común, creo), sino en contar los pasos que doy entre línea y línea. Yendo a ritmo normal, doy ocho pasos por cada espacio entre líneas. No puedo evitar contar cuántos pasos doy entre línea y línea, y como tienen que ser ocho, muchas veces me descubro dando pasos más breves para no llegar a la raya siguiente con menos de ocho pasos, o bien doy pasos de más que luego se descuentan del siguiente fragmento, etc.

No sólo eso: además, en mi alucinada mente, mis pasos van formando segmentos, cada par de pasos un segmento, de modo tal que el primer par de pasos forma un segmento que le corresponde a la raya de brea transversal que acabo de pasar, el segundo par de pasos forma un segmento que se relaciona con la primera mitad del trazado de brea longitudinal del espacio que estoy atravesando, el tercer par de pasos se relaciona con la segunda mitad de esa raya, y el cuarto y último par de pasos, con la raya de brea transversal que estoy a punto de superar.

No es una manía obsesiva, por supuesto, pero muchas veces me descubro -repito la expresión porque es la que mejor describe la experiencia- prestando atención a eso en el plano más profundo de mi pensamiento, a pesar de que viniera (o creyera venir) concentrado en otros asuntos, como qué voy a mirar en la tele al llegar a casa, quién era el 8 de River en el equipo que ganó el Clausura 97 o la letra de una canción.

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Y como ayer hablaba con alguien acerca de que casi nadie deja comentarios en el blog y que uno de los posibles motivos sea que mis posts son muy "cerrados", dejo este abierto y pregunto: ¿Cuál es tu manía, lector?

(Lo bueno de esto es que si, como es probable, nadie deja comentarios, puedo deducir que la manía de quienes lean estas líneas es no dejar comentarios en mi blog...)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

De hecho, sí.
uh,
¡MIERDA!

Ezequiel dijo...

No puedo evitar tirar la cadena (mucho) antes de terminar... Incluso cada vez es peor, y hasta tiro la cadena antes de empezar y hago rápido para que alcance a irse por las cañerías sólo con los últimos chorros de agua... Houston, tengo un problema.

Vanina dijo...

Yo tengo la manía de ponerme siempre, pero siempre, el zapato derecho antes que el izquierdo (y para el caso, la media derecha antes que la izquierda).
Manía glotona: cuando como ñoquis, siempre pincho 3 ñoquis con el tenedor. Si hay dos pegados, busco por todo el plato al que ande suelto, no vaya a ser cosa de que me coma un bocado de sólo dos tristes ñoquis. Es un problema cuando el plato no viene en múltiplo de 3. En ese caso arreglo las cosas para redondear para arriba (4, sí 4, tengo boca grande) y no para abajo (los arriba mencionados dos tristes ñoquis).
Abrazo, Cristian, y saludalo al Pancho si lo ves!
Me encantó la palabra de verificación: vinestsi

Cristian Vázquez dijo...

Eze, je je, no sabía que lo vivías como un problema. Pensé que era nada más algo que hacías a veces sin darte cuenta...

Vanina, me encantó lo de los ñoquis. Yo tengo una manía relacionada con esa: tengo que terminar todos los componentes de mi plato al mismo tiempo. O sea, imaginate que estoy comiendo un churrasco con arroz, y todavía me queda bastante carne y el arroz se me está acabando; bueno, empiezo a racionar el arroz, y mi objetivo principal pasa a ser no quedarme sin arroz hasta el último bocado. Si eso coincide también con el último trozo de pan, es lo más.

carmendevallejo dijo...

hola cristian,mi mania es q todo lo hago con la derecha,al salir la primera vez a la calle tengo q salir con el pie derecho,en el sofa me siento en el lado derecho,en la cama me acuesto en el lado derecho,y asi todo.un placer escribirte y un beso desde sevilla.

Anónimo dijo...

Entre las muchas manías que tengo, la más absurda es que me encanta cuando se me agota algo y tiro el envase. Absurdo porque luego tengo que ir a comprar!
Mónica, la monchi ;)

Anónimo dijo...

yo tengo una mania muy rara no conozco de nadie que la sepa, cuando voy por la calle no dejo de contar los lados de las ventanas y puertas 1,2,3,4... los picos de las casas, cuantos vidrios hay en las ventanas cuantos lados serian. incluso los ladrillos de la pared de mi casa, las lineas que dividen el cielo de mi dormitorio cuando despierto, lados y lados de las cosas, algunas veces me molesto si el autobus camina muy pronto y no los puedo contar, intento contar los arboles e contado los carros de un parqueadero, es una total locura, eso incluye contar escaleras y miles de cosas es muy feo para mi ya no puedo estar muy tranquila es más buscando en internet si alguien padece de lo mismo solo encontre lo tuyo y me encanto.
un beso.
para los dos lados de tu cara...