jueves, 4 de junio de 2009

"Es sólo traducir, no hay que inventar nada"

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Esta es la historia de una persona que en una época trabajaba como empleado para una red de blogs, y que por entonces tenía un jefe.

La red de blogs les pagaba una miseria a sus redactores: 1,10 euro por cada post, en general de una extensión de entre 200 y 250 palabras. (Es lo que pagan en general estas empresas: lo pueden comprobar ingresando en la web de ofertas laborales Find a Blogger.) El empleado de nuestra historia no era un redactor sino que desarrollaba otras funciones, por lo cual tenía un sueldo decente; entre esas otras funciones estaba la de reclutar nuevos redactores para que escriban posts por 1,10 euro cada uno.

La cuestión es que un día el jefe le informó al empleado que un par de blogs de la red comenzarían a tener su versión en inglés, para ganar visitas (y, por ende, aumentar los ingresos por publicidad). Y que, para eso, hacía falta un traductor que pasara los textos de los posts al idioma de Shakespeare.

-Consigue un traductor -dijo-. Lo más barato posible, no más de 1 euro el post. Si pagamos 1,10 cada post, esto tiene que ser menos, que es sólo traducir, no hay que inventar nada.

2

El empleado se lanzó en la búsqueda de un traductor. Le ofreció el puesto a varios y de ninguno tenía respuesta. Una conocida le preguntó por el trabajo y dejó dejó de preguntar cuándo se enteró del dinero que se pagaría. Hasta que por fin alguien le habló al empleado con claridad. Le puso en un mail:

"Buenas tardes, no sé si te has dado cuenta del precio que me propones, es ridículo. Te comento, el trabajo de traducción se cobra por palabra traducida y mi tarifa por traducir de castellano a inglés asciende a 0,085 € / palabra traducida."


El empleado no pudo menos que sentir vergüenza ajena (y un poco propia también, claro) ante la situación. Le informó de esto al jefe, quien sólo respondió dos palabras: "Muy caro". Claro, le estaban pidiendo entre 17 y 21,25 euros por textos por los que él no quería pagar más de 1.

Finalmente el propio jefe consiguió un traductor, al que le pagaría 1 euro por texto. Es decir, justo en el límite que él había impuesto por "sólo traducir", ya que "no había que inventar nada".

3

Recordé esta historia hoy, al leer una noticia sobre Babelic.com, una empresa que hace "traducciones a bajo coste". Para Babelic.com, el costo más bajo posible es de 2 céntimos por palabra, el cual implica el nivel más bajo de traductor y de calidad, y además las traducciones son hechas introduciendo el texto en un editor (como en cualquier traductor automático de la web), y no sobre archivos de Word, pdf, etc.

Es decir: para Babelic.com, en lo más barato posible, lo de menos calidad, lo de menos servicio, traducir un post de 200 palabras costaría 4 euros. El traductor de mi historia, en cambio, quien no sólo tendría que traducir el texto sino publicarlo en el blog, agregar una foto, introducir etiquetas y categorías, etc., costaba 1 euro. Cuatro veces menos. Claro, si total es sólo traducir, no hay que inventar nada...

¿Y a Babelic.com le llaman low cost? Qué dirían entonces si hablaran del jefe de mi historia...

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