
Pero el objetivo de este post no es hablar del libro (al que le dedicaré uno más adelante), sino contar otra cosa. Lo que pasa es esto:
Resulta que a partir de esta lectura, suelo decir que lo mejor que le podría pasar al mundo es que la humanidad desapareciera. Que nos extinguiéramos lo antes posible. Pero no lo digo en serio, por supuesto.
Ahora bien, hoy busqué en la Wikipedia el artículo sobre El mundo sin nosotros y allí hay un enlace que lo relaciona con un grupo llamado Movimiento por la Extinción Voluntaria de la Humanidad (VHEMT, por su sigla en inglés). Es decir que, una vez más, descubrí que eso que se me ocurre a mí ya se le ocurrió a otros antes y mejor. Este movimiento se creó en 1991 y no propone salir a asesinar gente para salvar el mundo, pero sí no tener más hijos. De este modo, la población de seres humanos se reduciría hasta desaparecer. Pero sin sufrimientos, claro: vive todo lo que puedas, disfruta al máximo, y luego muere. Ese es el lema del movimiento.

Curiosamente, la fundación del movimiento fue un año antes de la publicación de la novela The Children of Men, de P. D. James (en el cual se basa la película Children of Men, protagonizada por Clive Owen), que plantea un mundo futuro -es el año 2027- en el que no hay niños, porque han dejado de nacer. La persona más joven vive en Buenos Aires y nació... en 2009.
La mayoría de los ecologistas critican estos grupos de ideas radicales, pero que existen, existen. Este movimiento se conoce con sus siglas en inglés VHEMT (de Voluntary Human Extinction Movement), que se pronuncia habitualmente como vehement, por lo cual sus miembros se autodenominan "vehementes". Y eso piden: que nos extingamos voluntaria, masiva, vehementemente.
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