viernes, 19 de junio de 2009

Extingámonos, dale

Estoy leyendo un libro que me está, como suele decirse, partiendo la cabeza. Se llama El mundo sin nosotros, y su autor se llama Alan Weisman. Describe qué pasaría con el mundo si la humanidad se extinguiera, no por una catástrofe natural ni una hecatombe nuclear, sino simplemente qué pasaría si, de pronto, los seres humanos ya no estuviéramos aquí. Es una obra fascinante.

Pero el objetivo de este post no es hablar del libro (al que le dedicaré uno más adelante), sino contar otra cosa. Lo que pasa es esto:

Resulta que a partir de esta lectura, suelo decir que lo mejor que le podría pasar al mundo es que la humanidad desapareciera. Que nos extinguiéramos lo antes posible. Pero no lo digo en serio, por supuesto.

Ahora bien, hoy busqué en la Wikipedia el artículo sobre El mundo sin nosotros y allí hay un enlace que lo relaciona con un grupo llamado Movimiento por la Extinción Voluntaria de la Humanidad (VHEMT, por su sigla en inglés). Es decir que, una vez más, descubrí que eso que se me ocurre a mí ya se le ocurrió a otros antes y mejor. Este movimiento se creó en 1991 y no propone salir a asesinar gente para salvar el mundo, pero sí no tener más hijos. De este modo, la población de seres humanos se reduciría hasta desaparecer. Pero sin sufrimientos, claro: vive todo lo que puedas, disfruta al máximo, y luego muere. Ese es el lema del movimiento.

"La lenta desaparición de la raza humana a través del cese voluntario de la procreación le permitirá a la biósfera terrestre recuperar la salud", explica el sitio web. "El hacinamiento y la escasez de recursos se aliviarán a medida que reduzcamos nuestra densidad".

Curiosamente, la fundación del movimiento fue un año antes de la publicación de la novela The Children of Men, de P. D. James (en el cual se basa la película Children of Men, protagonizada por Clive Owen), que plantea un mundo futuro -es el año 2027- en el que no hay niños, porque han dejado de nacer. La persona más joven vive en Buenos Aires y nació... en 2009.

La mayoría de los ecologistas critican estos grupos de ideas radicales, pero que existen, existen. Este movimiento se conoce con sus siglas en inglés VHEMT (de Voluntary Human Extinction Movement), que se pronuncia habitualmente como vehement, por lo cual sus miembros se autodenominan "vehementes". Y eso piden: que nos extingamos voluntaria, masiva, vehementemente.

No hay comentarios.: