
No se trata (al menos, personalmente esa no es mi intención) de despotricar contra las nuevas formas de comunicación. Si un chico quiere poner K en vez de QU, que lo haga. Si un emoticón ayuda a decir lo que en un chat es difícil de decir porque no hay entonaciones ni pausas ni gestos ni miradas, bienvenido sea. Si alguien quiere inventar un idioma nuevo, con códigos propios, palabras delirantes, decodificaciones absurdas... adelante, que tendrá todo mi apoyo; todos podemos aspirar a un nuevo lunfardo o un nuevo rosarigasino o a ser John Wilkins.
El problema, creo, está cuando alguien no quiere hacer nada de eso, y escribe "haber" por "a ver", o "ahí" por "hay", o que "fulano ha echo" tal cosa, con su variante "fulano a hecho" y sus distintas combinaciones... O, peor aún, cuando alguien escribe tan difícil, de un modo tan enrevesado, que no se puede dar a entender.
Como explicó Alex Grijelmo (citado precisamente en el blog): "Quien domina bien el lenguaje, lógicamente piensa mejor".
Cuando alguien dice que sabe algo pero no sabe cómo explicarlo, lo más probable -salvo que se refiera al amor o algún sentimiento muy profundo- es que en realidad no lo sepa, o al menos que no lo sepa tan bien como cree.

Así que al menos aquí, en este blog, abogamos por escribir bien. Por eso este post y el botoncito de la campaña en la barra de la derecha. Al menos para que quienes entren a esta casa puedan criticar por la decoración y los muebles pero no porque se vea mugre...
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