viernes, 24 de octubre de 2008

La hora 26

Un viejo y sencillo problema de lógica decía más o menos lo siguiente:

Una noche, aunque no era muy tarde, Juancito tenía mucho sueño. Se acostó a las 9 y se propuso dormir hasta las 10 de la mañana del día siguiente. Puso el despertador y se durmió. Sin embargo, una hora después sonó el despertador y lo arrancó de su sueño, sin que hubiera dormido casi nada. ¿Qué pasó?

La respuesta es muy simple: era un despertador de los viejos, de campanita, que no diferenciaba las 10 de la mañana de las 10 de la noche.

Recordé ese viejo problema, que leí alguna vez en la Billiken, cuando me enteré de esta tendencia de los carteles japoneses: poner hora 25 ó 26. No porque los días japoneses sean más largos -como bien nos lo explica Alain, de cuyo blog "A Japón" tomé la información y la foto- sino para evitar que el dato "Abierto de 9 a 2" genere confusión y le haga pensar a alguien que el local sólo está abierto de mañana. Por eso, el local está abierto "de 9 a 26".

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