miércoles, 8 de julio de 2009

Chau, Gabriel, gracias por todo

Qué dolor, qué pena. Me enteré hace un rato de la muerte de Gabriel Báñez. Se suicidó, dicen los diarios.

Lo conocí a principios de 2007, cuando le hice una entrevista en su oficina de la editorial La Comuna, en el Pasaje Dardo Rocha, de La Plata. Un tipo macanudísimo. Le saqué la foto que está acá arriba. Le llevé unos cuentos míos, y los leyó, y tiempo después me escribió un mail con algunos comentarios. Comentarios que yo, cuando edité unas versiones caseras -Bubok mediante- de esos cuentos en libro, usé como texto de contratapa (foto - click para agrandar).

En agosto de 2007, cuando estaba por venirme a España, me encontré con él en el Café de las Artes de La Plata. Compartimos un cortado y, con la mejor onda, me pasó un par de contactos de conocidos suyos aquí. Luego nos escribimos varias veces. Seguía su blog, uno de los pocos que está linkeado en mi columna de la derecha.

El año pasado, Gabriel publicó una elogiosa reseña de mi libro Támesis y Otros Cuentos en el diario El Día, de La Plata. Tiempo después comenzó un texto sobre El violento oficio de escribir, la antología de textos periodísticos de Rodolfo Walsh reeditada por De la Flor, con una pregunta y una respuesta de la entrevista que, poco antes, yo le había hecho a Daniel Divinsky.


Lo último que supe de él fue por un mail de La Comuna, que me informaba que podía ver un video de Báñez presentando su última novela en CuentoMiLibro.com.



El último mail suyo lo recibí el día de mi último cumpleaños, el 24 de febrero. Me decía: "Ando con algunos problemas personales, en fin, espero se solucionen. No sé. Aquí La cisura anda muy bien en ventas (raro que lo digan los mismos editores) y con críticas buenas también, la última en ADN". ¿Habrán tenido que ver esos problemas personales con su adiós? No lo sé, y no importa mucho. Lo que importa es que hemos perdido a un gran escritor (algunas de sus novelas, como Los chicos desaparecen, El curandero del cuarto oscuro y Virgen son formidables) y a una excelente persona.

Te extrañaremos. Gracias por todo, Gabriel.

No hay comentarios.: