martes, 16 de agosto de 2005

Para entender el policial argentino



El sábado pasado, la revista Ñ publicó un excelente artículo del escritor Carlos Gamerro, sobre la literatura policial. Allí apareció este decálogo, que permite entender no sólo la literatura policial argentina, sino también -al menos una parte de- cómo funcionan las estructuras de poder en este bendito país.

Decálogo del relato policial argentino
1. El crimen lo comete la policía.
2. Si lo comete un agente de seguridad privada o —incluso— un delincuente común, es por orden o con permiso de la policía.
3. El propósito de la investigación policial es ocultar la verdad.
4. La misión de la Justicia es encubrir a la policía.
5. Las pistas e indicios materiales nunca son confiables: la policía llegó primero. No hay, por lo tanto, base empírica para el ejercicio de la deducción.
6. Frecuentemente, se sabe de entrada la identidad del asesino y hay que averiguar la de la víctima.
7. El principal sospechoso (para la policía) es la víctima.
8. Todo acusado por la policía es inocente.
9. Los detectives privados son indefectiblemente ex-policías o ex-servicios. La investigación, por lo tanto, sólo puede llevarla a cabo un periodista o un particular.
10. El propósito de esta investigación puede ser el de llegar a la verdad y, en el mejor de los casos, hacerla pública; nunca el de obtener justicia.


Para leer el artículo completo de Gamerro, hacé click acá.

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