martes, 23 de agosto de 2005

El Pasaje Barolo: el Cielo, el Purgatorio y el Infierno en el centro de Buenos Aires

Cuando leí por primera vez la extraordinaria novela de Adolfo Bioy Casares, El sueño de los héroes, me llamó la atención que a uno de los personajes le dijeran "Pasaje Barolo", por lo alto y flaco, dado que nunca había escuchado demasiadas referencias a ese edificio porteño. Y nunca me preocupé demasiado por enterarme. Hasta que mi amigo Rael, corresponsal de El Caballero de la Triste Figura en Adrogué, me comentó que había escrito un artículo al respecto, que ahonda un poco en las fascinantes características del edificio, construido sobre la base de un homenaje a la Divida Comedia del Dante. Aquí va.

Pasaje Barolo: el edificio por el que se llega al cielo
Cuando se inauguró en 1923, fue el edificio más alto de Buenos Aires. El dato es la medida del sueño del italiano Luís Barolo, un empresario textil que quiso dejarle su legado al país que lo hizo rico. Y para eso, contrató al arquitecto milanés Mario Palanti: un devoto admirador de Dante Alighieri (de hecho militaba en la logia Fede Santa, que Alighieri integró), que diseñó un monumento expresionista repleto de alusiones a la Divina Comedia: 100 metros de altura como 100 son los cantos de la obra, que a su vez se componen de 11 o 22 estrofas, por lo que los pisos del Barolo se dividen en 11 módulos de oficinas de frente por 22 de fondo. Hay 9 bóvedas de entrada en referencia a los 9 círculos del infierno. La estructura está dividida en tres partes, como la obra del Dante: infierno, purgatorio y cielo. Según la Divina Comedia, la entrada del cielo es la constelación de la Cruz del Sur y Palatini representa esta entrada en la hermosa cúpula (inspirada en el templo Rajarani Bhubaneshwar de la India) cuyo eje queda alineado con la constelación los primeros días de junio, hacia las 19.30.
La alegoría necesitaba completarse con la representación de las dos columnas de Hércules, aquellas que Ulises cruzó en su último viaje en la Divina Comedia. En Montevideo, Palanti construyó el Palacio Salvo, casi idéntico al Barolo, su hermano, la otra columna.
Más allá del Dante y su poema, el faro del Barolo fue protagonista en la noche de la definición del título de los pesados, en 1923, cuando su triste luz roja anunció que el argentino Firpo había perdido con Dempsey.
Semejante obra está en pleno centro: Av. de Mayo 1370. Y con sólo elevar la vista para admirarlo evitaremos caer en el círculo del infierno al que van los que pasan por allí y lo ignoran.

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