Va como un pequeño homenaje a Carl Macek, el padre de la criatura, que
murió el sábado pasado a los 58 años. Un artículo mío publicado en el número de noviembre de 2009 en la revista Mundo Diners, que se edita en Quito. Las imágenes se pueden ver en tamaño grande haciendo click sobre ellas.
2 comentarios:
Me siento plenamente identificado con tu artículo, vivi lo mismo cuando volvi a ver Robotech y quedé maravillado no solo con la épicas batallas espaciales sino también con los personajes dignos de una novela.
Muchos Saludos
me as echo llorar amigo-toda mi admiracion a la cultura japonesa-un pais devastado por la gerra y a la ves con ganas de soñar y una imaginacion unica-solamente ay pudo naser algo tan espectacular como este anime
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